Sin sonrojarse, sin sentir el más mínimo apego a la legislación vigente, a la empresa de seguridad privada ELE, se le ocurrió “inventar” una nueva categoría de trabajador en nuestro Convenio Colectivo de Trabajo. De manera sorpresiva ahora crearon “Vigilador auditor”. Según la descripción que aparece en un aviso buscando personal, la misma es para realizar auditorías y generación de informes sobre mercadería existente.
Ante nuestro asombro ingresamos a la página web de la misma y vemos que destacan su intención de “innovación permanente en el trabajo” y subrayan que “El principal activo de la empresa son las personas que componen su staff” y brindan una serie de cursos de capacitación. Ante nuestra conmoción por un “excesivo entusiasmo de una empresa de seguridad” se nos ocurrió proponerles la categoría de “Vigilador Gerente General” con una remuneración acorde a los gerentes de la empresa, también la de “Vigilador Presidente” con el mismo ingreso que el presidente de la compañía, y también “Vigilador CEO para toda América Latina”, con sueldos acordes, acciones de la empresas y bonificaciones en función a las ganancias, en dólares.
Pero la única verdad es la realidad: El “Vigilador auditor” cobrará igual (en el caso que lo hagan correctamente) que cualquier trabajador de seguridad privada. Solo se transformará en mano de obra barata realizando tareas que no le competen. El compañero deberá sumarle a su tarea específica otra ajena. Aquí nuevamente: “La única verdad es la realidad”, el trabajador necesariamente descuidará su función el pos de saciar una voracidad empresaria sin límites, acostumbrada a obtener ganancias a cualquier costo. Eso sí: cuando ocurra un incidente, un ilícito y no pueda prevenirlo por estar ocupado en otros menesteres, será inmediatamente despedido y con causa.
“La única verdad es la realidad”: ELE forma parte de ese sector empresario para el cual la inseguridad es un multimillonario negocio. La seguridad nada le importa. El trabajador es solo un medio para acrecentar sus cuentas bancarias. Extraña que “serias” empresas como Jumbo, Falabella, Bimbo, Easy contraten a esta simpática banda. O no les importan la seguridad de sus trabajadores y clientes o para ellos la seguridad también es un negocio, es un valor agregado. Por último, la Cámara empresaria CAESI o CAESBA ¿tomarán cartas en el asunto?, o son parte de la misma concepción de la actividad. Nosotros actuaremos.